SICARIATO JUVENIL
- Impacto noticias
- 8 abr 2019
- 2 Min. de lectura
Escrito por: Yasmith Palma
Perú se ha convertido en la tierra de peligrosos adolescentes que matan por encargo, que extorsionan y se preparan para ser delincuentes, capaces de matar por unas cuantas monedas. Muchachos de corta edad cuya infancia transcurrió inmersa en la cultura de las drogas, con la promesa de vida fácil y la realidad de una descarnada violencia.
El sicariato es un gran problema social que ocurre en cualquier momento y lugar, con cuyo autor procede con tal frialdad y convencido con la labor que realiza. Lo más preocupante es que la mayoría de estos son menores de edad que creen tener una responsabilidad jurídica restringida.
La División de Investigación criminal (DIVINCRI) revela que más de 10 bandas de sicariatos en el país operarían con menores de edad los cuales son captados de hogares disfuncionales o donde sus padres hayan perdido toda autoridad por ellos.
Estos jóvenes que reclutan sentimientos frustrados encuentran cubrir su fracaso dentro del mundo del hampa donde abunda la cultura de la droga, la sangre y la muerte. Pero ¿Qué se está haciendo para disminuir esta situación?
No es solo de aumentar la cantidad de policías en las calles, subir las penas a los adultos que cometen este delito o de seguir bajando la edad de impunidad. Es una decisión complicada que el único objetivo es evitar formar sicarios juveniles, y sobre todo evitar no perderlos.
Pues el mundo del sicariato no conoce de límites, la impunidad es sorprendente, no solo se reclutan jóvenes si no que los entrenan en terrenos aislados a manera de escuelas para asesinos, muchachos que con tan solo 11 a 17 años ya se encuentran armados, siguiendo un plan perfectamente diseñado por bandas criminales.
En el Perú las bandas están empleando sicarios cada vez más jóvenes para ejecutar sus siniestros planes. Alguien hace o hará algo para que estos psicópatas dejen ser tratados como simples infractores de la ley.
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