Progresista Liberal ¿posible?

Por: Renzo Díaz

Desde hace algunos años, se observa que las grandes tendencias ideológicas están siendo sustituidas, aunque no en su totalidad, por una suerte de etiquetas técnicas prácticas. Estas han conseguido, con mucho existo, suplantar los interminables e inservibles debates entre la derecha y la izquierda.

En países donde la política es ligeramente superior, en un nivel académico y argumentativo al nuestro, los nuevos debates básicos son referentes a la esfera personal y moral de cada individuo: la tolerancia religiosa, el medio ambiente, el divorcio, el aborto, las drogas, la prostitución o la inclinación sexual.

Sin embargo, en el Perú, como es costumbre notar, la polarización del poder político predomina. Incluyendo indiferentemente a la sociedad en cuestión, es decir, no importamos, y menos nuestra voluntad. Diariamente, salen publicadas las confrontaciones entre congresistas, sus desacuerdos por temas económicos y sociales, y, poco a poco, el país se estanca en el crecimiento cultural, social, económico y político, al igual que en su desarrollo.

Si queda registrado, entonces, en la praxis, que un acuerdo político con bandos tan distintos no funciona, la nueva era, exige a sus sociedades transformar su mirada de país, y afirmar que el progresismo es la factible y única respuesta a un mundo tan volatín, cambiante y fluctuante, además de hedonista, como el nuestro. Pese a que se complica cuantitativamente al reducirlo a un severo pragmatismo.

Ser progresista, en días actuales, no es una opción, es una necesidad. El típico conservadurismo sentencia al progresismo dentro del movimiento izquierdista, no obstante, existen derechistas progres. Existen izquierdistas liberales, ¿o no es posible, tener esa sensación de sistema armónico entre tanto enfrentamiento actual?

¿No está permitido creer en el progresismo, de acuerdo a la igualdad individual de todos, dentro del contexto religioso, político, sexual? No cometes un crimen al asegurar que consideras un progresismo liberal como respuesta: donde crees en una democracia pragmática y reformista, progre y liberal, al mismo tiempo.