DESTRUYENDO NUESTRO ECOSISTEMA

La ciudad que soñamos y que a su vez la destruimos

Mercado Minorista - La Parada Av. San Pablo cdra 15, La Victoria. (Foto: Yasmith Palma)

Nuestra ciudad se esta cada vez hundiendo en un pozo lleno de suciedad nociva para cualquier ser humano. La polución que creamos con nuestras acciones hace que cada espacio que ocupamos ya no sean más esos espacios libres. Vivimos en un mundo en el cual todos jalan agua para su molino y nadie se preocupa por embellecer el ornato.

El país en el vivimos esta lleno de informalidad y todo radica desde las grandes esferas. Si cada uno pusiera un granito de arena para contribuir en algo a la erradicación de este mal que nos afecta a todos, seria espectacular para un futuro prometedor.

La informalidad creció a 73.3% en el año 2017, esto según cifras del INEI que se propuso para analizar y mejor ese nivel de informalidad que tenemos en la actualidad y que por supuesto no nos permite crecer como país.

Para que un país tenga estabilidad y pueda crecer se necesitan de varios factores, sin embargo, algo esencial es estar bien organizados y ordenaos. Lo que hace la informalidad es retroceder aquel avance que generan los cambios que traen consigo cada gobierno que entra al poder.

En lo que concierne al empleo formal cayó a 2.8% en el año 2017, sin embargo la informalidad laboral creció a un 5.7%, según el INEI, lo que indica que cada vez se va generar un debate para aumentar el salario mínimo.

Las personas necesitamos tener un buen trabajo que nos permita costear la canasta familiar. Es por ello que aceptamos trabajar en condiciones inclusive inhumanas. Pero la gran pregunta es ¿contribuimos en algo a contrarrestar la informalidad? Pues al parecer lo que se genera es el aumento de este problema.

Las condiciones que hoy tenemos para poder hacerle frente son endebles ante tan inmenso problema que impera desde décadas atrás.

Lo cierto es que cada día que pasa se genera un pico más de informalidad en nuestra capital, aun cuando se esta haciendo denodados esfuerzos para terminar con esto. Hay un cierto sector que ya empezó la carrera hacia la destrucción de este monstruo que vive en nuestra sociedad. Distritos como la Victoria, La molina, entre otros ya iniciaron una campaña para hacerle frente. Esperemos que continúen uniéndose más alcaldes a esta gran lucha colosal.